El Nazareno de San Pablo



Si existe en Caracas una tradición de largo arraigo, ésta es la del Nazareno de San Pablo, cuya imagen se venera en la Basílica de Santa Teresa, luego que el General Guzmán Blanco ordenara la demolición del antiguo templo de San Pablo, para edificar lo que es hoy el Teatro Municipal.



El Nazareno de San Pablo es una imagen de Jesús con la cruz a cuestas. Se trata de una talla de madera, cuyo origen no está claro, aún cuando hay la certeza de que no es americana, pues las tallas americanas eran realizadas en cedro amargo y esta espectacular talla está realizada en pino, quizá pino de Flandes. Se le atribuye ser sevillana, del siglo XVII, probablemente de Felipe Ribas. Fue consagrada por Fray González de Acuña.

No hay un fecha precisa sobre el inicio de la procesión del Nazareno de San Pablo en Caracas, pero se tiene registro que a partir de 1656 ya se acostumbraba realizar esta manifestación religiosa. Desde entonces el pueblo le hace promesas al Nazareno de San Pablo a cambio de sus favores, de sus milagros, su misericordia, su perdón... y le paga acompañándolo en una procesión que dura de 3 a 4 horas, los Miércoles Santos, a partir de las 7 de la noche.

La devoción por el Nazareno se intensificó a finales del siglo XVII, cuando una peste azotó a Caracas, y los devotos durante una procesión le rogaban a San Pablo que les ayudara. Entonces, el Nazareno se enredó en un árbol de limón, al caer los frutos los asistentes lo tomaron como una señal divina. Por ello, comenzaron a consumir el sumo del cítrico y por tanto a mejorarse, gracias a está practica se descubrió las propiedades curativas del limón y se arraigó la fe en el Nazareno de San Pablo.